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La digitalización de un sector seguro para invertir

Eduardo Hurtado

Jueves, 28 de octubre 2021, 09:56

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En el último año y medio, en el mundo, han tenido lugar acontecimientos que no esperábamos y que han cambiado por completo nuestra forma de vida. Ha cambiado nuestra manera de relacionarnos, de trabajar, de aprender, de comprar y la forma de ofrecer nuestros productos.

Por ello nos hemos visto obligados a adaptarnos a las nuevas circunstancias y empezar a valorar hechos o sectores que no teníamos en cuenta anteriormente. En esta situación, el sector primario, en concreto el agrícola y ganadero, ha constituido un pilar fundamental en la sostenibilidad de la economía de nuestro país, convirtiéndose en un valor seguro en estos momentos de crisis, siendo uno de los sectores que ha sido capaz de mantener la estabilidad en cuanto a empleo y capacidad productiva.

Los datos hacen pensar que las empresas relacionadas con el sector no han sufrido con esta situación. Los hechos son muy distintos, nos hemos visto obligados a cambiar desde los sistemas productivos hasta las estrategias de ventas y distribución.

Las empresas dedicadas a la venta y reparación de maquinaria agrícola se encuentran fuertemente vinculadas con el sector primario y somos el nexo de unión entre campo e industria.

La fabricación de maquinaria agrícola depende de la disponibilidad de los diferentes elementos necesarios para su ensamblaje. La falta de recursos humanos para la obtención de materia prima en origen, escasez en medios de transporte hasta las fábricas y falta de personal en las mismas han motivado retrasos en la fabricación de maquinaria agrícola y aumento en los precios del producto final. Durante varios meses muchas de las fábricas han cerrado sus puertas o reducido sus plantillas y producción provocando que los períodos para poder disponer de maquinaria nueva se prolonguen como nunca antes se hubiese imaginado. Dentro de nuestro sector hemos vivido momentos difíciles teniendo que tomar decisiones complicadas para poder afrontar nuevos retos para los que hemos sabido prepararnos.

En primer lugar, la forma de acercarnos al cliente. La imposibilidad del trato personal y directo, tan arraigados en empresas como la nuestra, nos ha obligado a utilizar otras vías para llegar hasta ellos. La utilización de las redes sociales y marketing digital nos ha posibilitado mostrar nuestra empresa, sus productos y servicios a nuestros clientes de manera asidua y eficaz. Hemos pretendido no perder las relaciones comerciales y ofrecer una sólida imagen de confianza que tan necesaria ha sido durante estos duros meses. El segundo aspecto, y para mí el más importante, es que el sector no ha permanecido ajeno a la irrupción de las nuevas tecnologías. Han surgido nuevos perfiles profesionales dentro de nuestros propios clientes. Han descubierto las posibilidades de mejora en sus explotaciones optando por la tecnificación y mecanización de sus cultivos y recolecciones.

Esto conlleva beneficios como:

- Aumento de la productividad. Las mejoras realizadas en la maquinaria persiguen la finalidad de poder cultivar extensiones de terrenos cada vez más grandes de manera más autónoma.

- Mejora de la rentabilidad. La reducción de costes operativos en las labores de los cultivos aumenta los beneficios y ahorran en consumos de manera notable.

- Trabajar de manera más eficiente. El imparable crecimiento de la tecnología aplicada a la mecanización ha significado un gran cambio en la manera de trabajar, pudiendo realizar labores con menos recursos y en menor tiempo.

Para poder controlar y mejorar los procesos productivos se han incorporado en la 'nueva agricultura', las nuevas tecnologías. Estas, se presentan como herramientas inteligentes que ayudan a simplificar procesos, disponer de información en tiempo real de lo que sucede en nuestra explotación, control de la maquinaria, permitiendo poder tomar las decisiones más óptimas en cada caso incluso de manera remota.

Agrivisa, empresa con más de 40 años dedicada al asesoramiento, venta y reparación de maquinaria agrícola no puede permanecer ajena a todos estos cambios. Estar a la vanguardia de la tecnificación y mecanización genera en nosotros la responsabilidad de crecer cada día e invertir en la búsqueda constante de nuevas tecnologías. Los pilares fundamentales que consideramos imprescindibles para la gestión de un negocio de este tipo en estos nuevos tiempos son:

- Profesionalidad. La plantilla la conforman cerca de 60 profesionales dentro de los departamentos de administración, ventas, repuestos y taller. Este equipo humano, son la clave para que nuestros clientes estén satisfechos y confíen en nosotros para ayudarles en su trabajo diario. Nuestro compromiso es ofrecer al cliente un abanico de productos y servicios que hagan que su explotación o negocio sea más rentable.

-Servicio. En nuestra empresa somos conocedores de la importancia de un buen servicio, para ello es fundamental contar con un amplio equipo de técnicos cualificados y un gran stock de recambios que permitan reducir al máximo los tiempos de máquina parada. Llegar en el momento adecuado con la solución correcta hace que el cliente pueda reducir costes y ser más competitivo.

- Compromiso. De la mano de marcas líderes en tractores y maquinaria de recolección (New Holland), mecanización (Industrias David) y tratamiento (Mañez y Lozano) podemos decir que ofrecemos a nuestros clientes soluciones integrales para afrontar cada nuevo reto y poder mejorar sus explotaciones. Empresas de otros sectores ven la agricultura como uno de los valores más seguros y rentables para diversificar sus inversiones. Extremadura, por su extensión, sus horas de sol y los más importante, la cantidad de hectáreas regables, se ha convertido en una región privilegiada. Contamos con un sector agroindustrial consolidado y potente que debe aprovechar la llegada de estos nuevos inversores para consolidarse como el motor de la economía y desarrollo extremeño.

Extremadura es campo. Para nosotros no existe un sector más seguro para invertir.

El sector primario atraviesa uno de esos periodos cíclicos de cambio con la duda, en primer lugar, de los efectos de la nueva PAC. A expensas de concretar la influencia real de las ayudas vinculadas con prácticas verdes y de si, particularmente, los tabaqueros extremeños no verán mermados de inicio sus ingresos tras la aplicación de esa política agraria, se consolidan tendencias. De un lado, al crecimiento de las hectáreas de olivar intensivo y superintensivo. De otra parte, a una estabilización del cultivo del almendro, cultivo estrella en la última década por su eclosión y grandes precios. Y, por último, a la resurrección de algunos herbáceos como el maíz y cereales en general (aunque habrá que ver si esto último tiene continuidad). Mientras, los viticultores siguen atravesando una renovada crisis de precios con sus viñedos a la vez que el cava deja de alcanzar precios tan lustrosos como antes. En cuanto a la ganadería, los consumos durante la pandemia dispararon, al menos por unos meses, la ingesta de pollo y supuso un despegue para el sector avícola que no se había conocido. En el lado contrario, subsectores ganaderos de enorme peso tradicional como el del porcino ibérico o el vacuno cayeron hasta límites casi insospechados. En el caso del ibérico la recuperación se ha iniciado con la autoregulación, eliminando reproductoras entre otras medidas. En lo positivo, el precio de agosto del ibérico ha sido el mayor desde 2017. En el lado negativo, los productores de vacuno de carne no levantan cabeza. Los costes de producción, de cebado de terneros son más elevados que los ingresos aunque, dentro de la negativa situación, se atisba un futuro más favorable.

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