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Nuevos retos en la era de la inteligencia artificial

Nuevos retos en la era de la inteligencia artificial

Ricardo García de Arriba Marcos

Abogados y Economistas Especializados, S.L.L. (ABECOES)

Martes, 26 de noviembre 2024, 09:28

El sector de las asesorías, consultorías y auditorías, clave en la estructuración y el funcionamiento de las sociedades modernas, ofrece orientación técnica y estratégica en ámbitos tan diversos como la fiscalidad, el derecho, la gestión empresarial y la innovación. Sin embargo, en los últimos años, un factor disruptivo ha comenzado a redefinir estas disciplinas: la inteligencia artificial (IA).

Un agente transformador que está revolucionando el sector, a través de su capacidad para procesar y analizar grandes cantidades de información de manera rápida y eficiente. Algunas de las tecnologías más relevantes incluyen el aprendizaje automático, los algoritmos de procesamiento del lenguaje natural y los sistemas de recomendación automatizada.

La IA ha permitido el desarrollo de software avanzado para la gestión financiera y contable, así como para la optimización tributaria. Las plataformas automatizadas, como los programas de contabilidad asistida por IA, pueden reducir drásticamente el tiempo necesario para procesar documentos, al mismo tiempo que mejoran la precisión de los análisis.

En el ámbito de la consultoría, la capacidad de la IA para analizar grandes volúmenes de datos y generar insights ha permitido a los consultores ofrecer recomendaciones más precisas y fundamentadas. Además, permite la creación de simulaciones y modelos predictivos que ayudan a las empresas a prever resultados y tomar decisiones estratégicas con mayor seguridad.

A continuación, haremos particular referencia al sector de la abogacía, que se encuentra en una encrucijada histórica, marcada por una serie de desafíos y oportunidades que están redefiniendo la práctica legal. Las transformaciones tecnológicas, los cambios en la regulación, las nuevas demandas de los clientes y la globalización están impulsando un cambio profundo en la forma en que los abogados prestamos nuestros servicios. La tecnología está cambiando todos los aspectos de la práctica legal, desde la gestión de casos hasta la interacción con los clientes. Herramientas como la IA, el big data y la automatización de procesos están permitiendo a los abogados manejar grandes volúmenes de información de manera más eficiente y ofrecer servicios más personalizados.

Sin embargo, la adopción de estas tecnologías también presenta desafíos. Muchos despachos de abogados, especialmente los más pequeños, carecen de los recursos necesarios para invertir en tecnologías avanzadas. Además, existe una brecha de habilidades tecnológicas entre los profesionales del derecho, lo que requiere una inversión en formación y capacitación continua. La resistencia al cambio es otro obstáculo, ya que algunos abogados temen que la automatización y la IA puedan reemplazar ciertas funciones legales, reduciendo la necesidad de profesionales.

Los clientes están exigiendo -cada vez más- servicios legales más eficientes, transparentes y rentables. La tradicional estructura de tarifas por hora está siendo reemplazada por modelos de facturación más flexibles, como las tarifas planas y los acuerdos de honorarios contingentes o a éxito. Los clientes buscan abogados que no solo sean expertos en derecho, sino que también entiendan sus negocios y puedan ofrecer soluciones prácticas y estratégicas.

Este cambio en las expectativas del cliente representa tanto un reto como una oportunidad. Los despachos que sean capaces de adaptarse a estas nuevas demandas podrán diferenciarse en un mercado competitivo.

El sector de la abogacía también afronta importantes retos en el ámbito regulatorio. La legislación española y europea está en constante evolución, y los abogados deben mantenerse al día con los cambios para asegurar el cumplimiento normativo. Además, la creciente preocupación por la protección de datos, la ciberseguridad y la ética en el uso de la tecnología está imponiendo nuevas responsabilidades a los abogados.

La IA ha permitido el desarrollo de herramientas como los «Legal Tech» (abreviatura de Legal Technology), que pueden realizar búsquedas rápidas de jurisprudencia, redactar documentos legales básicos y prever resultados de casos en base a grandes volúmenes de datos históricos. Ello permite a los profesionales del derecho ser más eficientes, reducir costes, mejorar la precisión en la toma de decisiones y ofrecer servicios más accesibles y transparentes a los clientes. Las plataformas de gestión de documentos, los contratos inteligentes y las herramientas de análisis predictivo son solo algunos ejemplos de cómo Legaltech está remodelando la práctica legal. No obstante, la abogacía debe abordar desafíos éticos y prácticos en relación con la IA. Si bien estas herramientas pueden acelerar los procesos legales, también se cuestiona la capacidad de las máquinas para comprender el contexto humano y las sutilezas éticas tan necesarias en la práctica del derecho. Asistimos, pues, a un nuevo escenario, en el que la tecnología, la ética y el derecho deben ir de la mano, lo que requiere una respuesta normativa ágil y eficaz a los nuevos modelos de negocio. Las formas tradicionales de consultoría y asesoría legal han cambiado, y ello exige que estemos capacitados para el desarrollo de herramientas digitales, lo que redundará siempre en beneficio de la empresa y el cliente.

El reto principal en Extremadura es la adopción de tecnología avanzada, como la IA, en áreas donde las infraestructuras digitales aún son limitadas. Es esencial mejorar el acceso a la tecnología y la formación en competencias digitales, mediante programas de capacitación y apoyo a pymes.

La Administración regional también tiene un papel crucial en la implementación de IA, tanto en la mejora de los servicios públicos como en la atracción de talento y empresas tecnológicas. Políticas que fomenten la innovación y la digitalización, como incentivos fiscales para empresas tecnológicas o programas de incubación para startups de IA, no solo modernizarán la economía local, sino que también atraerán a profesionales y empresas que podrán beneficiarse de estas nuevas tecnologías.

Por su parte, las asesorías y consultorías que integren soluciones de IA pueden ayudar a las empresas locales a ser más competitivas, especialmente en sectores clave como la agricultura de precisión, el turismo inteligente y la gestión energética.

En definitiva, estamos asistiendo a una revolución tecnológica a nivel mundial, y Extremadura no es la excepción. A pesar de los retos específicos que tiene por delante nuestra región, las oportunidades que ofrece la IA son enormes. Las empresas y profesionales que adopten y dominen estas tecnologías tendrán una ventaja competitiva significativa en los próximos años. Sin embargo, para aprovechar plenamente el potencial de la IA, será esencial mejorar la infraestructura tecnológica, ofrecer capacitación adecuada y fomentar una mentalidad abierta hacia la innovación en todos los sectores. La IA no solo está transformando cómo trabajamos, sino también cómo pensamos sobre el futuro del asesoramiento, la defensa legal y la consultoría. Las profesiones que sepan equilibrar el uso de la tecnología con un enfoque humano y ético serán las que lideren esta nueva era.

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