Otro año a la espera de la ansiada estabilidad

De todos es sabido el complejo año 2020 que se nos presentó para el sector empresarial, donde el sector de la automoción, no fue menos. 2021 el tan ansiado año, augurando una pronta recuperación del consumo, nos está dejando preocupantes datos, pero sobre todo inestables, entre cierres perimetrales y restricciones de movilidad, la compra del vehículo pasa por momentos complejos a la vez que difíciles.

El día de las 12 uvas, brindábamos con más entusiasmo que en anteriores campanadas, por aquello de dejar y olvidar un año 2020, con malos datos y recuerdos. Si es cierto, que la automoción no tardó en recuperarse, siendo mayo el fin del comienzo de la recuperación, junio de transición y un mes de julio de estabilidad total con un ligero repunte en matriculaciones, comparado con 2019. El segundo semestre de 2020, la industria de automoción se comportó muy similar al mismo periodo de 2019, con una leve caída del 8%. El mes de diciembre de 2020, fue el único mes de este año que subió la industria frente a 2019, subió la matriculación de automóviles más de un 13%.

Esta subida de industria tiene una explicación sencilla, el día 1 de enero de 2021, las mediciones de consumos y emisiones pasaban a calcularse mediante WLTP (Procedimiento de Pruebas Armonizado Mundialmente para el Servicio de Transporte Ligero). Con esta medición, el 90% de los vehículos que no pagaban impuesto de matriculación, pasaban a pagar el 4,75%, o mejor dicho el 5,2%, ya que en Extremadura tenemos el impuesto superior al del resto de España, esto ocasionaba una subida media de 1.200 euros por vehículo, importe que se ahorraría el que hiciera la operación en diciembre de 2020.

Comenzamos un 2021 esperanzador, aunque con los vehículos más caros, por la modificación impositiva, pero con la esperanza de ir saliendo poco a poco de las restricciones, gracias al ritmo de vacunaciones. El día de Reyes, además de entusiasmo y regalos, también nos sorprendió con la noticia en Extremadura, desde el día siguiente, se cerraba perimetralmente la región, se prohibían los desplazamientos y el comercio no esencial estaba obligado a cerrar sus puertas. Otro varapalo para la automoción, los concesionarios cerrados.

A partir de la segunda quincena de febrero, se levantaban gran parte de las restricciones y los concesionarios volvimos a abrir las puertas. Aunque ahora si parecía que empezábamos una nueva normalidad, el sector de la automoción no acababa de despegar, el poco interés por cambiar de coche al cliente, por todas las restricciones que se seguían imponiendo en municipios y provincias, no generaba la confianza suficiente para tomar la decisión de comprar o cambiar de coche.

El primer semestre de 2021 si lo comparamos con el mismo periodo de 2020, nos reporta datos esperanzadores, con una subida de industria rondando el 10%. Dicho así, 2021 no es tan feo como lo pintan, pero la realidad es otra totalmente opuesta, no podemos comparar estos periodos, para poder plasmar la realidad del sector en el primer semestre de 2021 habría que compararlo con 2019, pero aquí, los datos difieren mucho de los anteriores, donde nos reporta una caída del 42% frente al mismo periodo de 2019.

Aunque el mes de junio de 2021, daba fin al cierre del semestre, con datos preocupantes, llegaban noticias de optimismo, las mediciones de consumos y emisiones WLTP, establecidas por el Gobierno el día 1 de Enero, se modificaba con un cambio en los escalados. La gran mayoría de los vehículos, otra vez, pasaban a pagar el 0% del impuesto de matriculación, una gran noticia para reactivar el sector. Cabe matizar, que esta corrección es temporal y el día 1 de enero de 2022, se vuelve al estado anterior del impuesto, otra vez con un incremento medio de 1200 € por vehículo.

Dentro de este sector, es imposible dejar pasar el vehículo eléctrico y máxime con la noticia anunciada el pasado mes de julio, donde la noticia encabezaba el fin de los vehículos diesel y gasolina para 2035. Aunque la realidad de la noticia no es tan drástica, si es cierto que se comenzarán a establecer multas cuantiosas a los fabricantes que no reduzcan un 65% sus emisiones, esto añadido a la falta de ayudas que tendrán los coches de combustión y el incremente del impuesto, tanto en los vehículos como en los combustibles, no será rentable adquirir un vehículo de combustión.

Para facilitar todo este despliegue del vehículo eléctrico, también se establecen puntos de recargas a no más de 60 kms. Otra alternativa al vehículo eléctrico y que también referencia la noticia, es el vehículo de hidrogeno, algo que en la actualidad escasea en casi todas las marcas, además de los altos precios que, aún, tienen estos vehículos. Pero la realidad de nuestro futuro cercano, es la electrificación y es algo que los concesionarios y fabricantes, están forzados a adaptarse de manera urgente, de lo contrario tendrán severas sanciones. Aunque el presente, nos refleja unos datos, lejos de lo que se quiere imponer dentro de 14 años. En el año 2020 y el acumulado de 2021, el vehículo eléctrico apenas supera una cuota del 1%, es decir, solo 1 de cada 100 vehículos que se venden en Extremadura es eléctrico. Si lo comparamos con el nacional, los datos varían, llegando al 2% de cuota en el mismo periodo, dato que sigue estando muy lejos de lo propuesto para 2035. Por si no fuera poco, todo lo acontecido en este 2021, a medida que avanza el año, se acentúa el problema del suministro de semiconductores.

Las fábricas de semiconductores, no dan abasto para suministrar a todos los fabricantes de automoción, lo que está ocasionando largos plazos de espera para el cliente que tiene que pedir su vehículo a fábrica y no se puede conformar con lo que ya está producido.

Los concesionarios buscan poder tener stock para finalizar el año, fecha en la que se podrán ir regulando los stocks, pero el segundo semestre de 2021, también va a ser un periodo complicado, con concesionarios sin stocks ni para poder tener vestidas las exposiciones y el cliente tendrá que asumir plazos de entrega de más de 3 meses para poder tener su vehículo nuevo. Con todo este escenario, entra en escena el vehículo de ocasión, donde la demanda está creciendo de manera considerable, pero no la oferta, cada vez hay menos vehículos para poder ofertar al cliente. La escasez de entrega inmediata de vehículos nuevos, beneficia al vehículo de ocasión, donde si existe esa inmediatez a la hora de que pueda disfrutar el cliente de su vehículo. Y todo vehículo lleva acompañado un servicio posventa, de vital importancia para el sustento de un concesionario. En este aspecto, los datos también han sido muy variable, teniendo en cuenta que después de la pandemia, los vehículos estuvieron mucho tiempo parado y en muchos casos, surgieron averías por tener el vehículo en desuso. Esto provocó un aluvión de citas de taller en los primeros meses del post confinamiento, lo que provocó largos plazos de cita para los clientes. A medida que fueron pasando los meses, la situación se estabilizó y aunque los meses de marzo a mayo de 2021, han bajado el número de visitas al taller, por la inactividad del año anterior en ese periodo, la posventa ya se ha normalizado. La mayor preocupación que existe ahora mismo en la posventa de la automoción es la llegada inminente del vehículo eléctrico, donde estos vehículos apenas tiene paso por taller, ya que carecen de mantenimiento. La posventa se tendrá que reinventar. Pero al final, el mercado automovilístico está constantemente cambiando y ello conlleva reinventarse, ir buscando modelos de negocio para adaptarse a las situaciones que van aconteciendo.

Un año para olvidar. Hasta el punto de que en las estadísticas que maneja el sector de la automoción los datos de 2021 se comparan con los de 2019. No existe 2020. Lógico. La pandemia lastró las ventas de vehículos en el pasado ejercicio hasta hacerlas caer cerca de un 27% en Extremadura.

El presente año no comenzó mejor. La subida del impuesto de la circulación y la finalización del Plan Renove no parecían la mejor forma de ayudar a fabricantes y concesionarios. Hasta mayo se ha registrado una caída de las ventas del 43,6% en comparación con 2019.

La entrada en vigor del Plan Moves -destinado a fomentar la compra de vehículos eléctricos, de pila de combustible o híbridos con hasta 7.000 euros para los turismos- es un motivo de esperanza para el sector. Además, es una apuesta decidida del Gobierno por la movilidad sostenible. Las ayudas se podrán solicitar hasta diciembre de 2023. El objetivo anunciado por el Ministerio de Transición Ecológica es llegar a esa fecha con 250.000 vehículos eléctricos circulando en nuestro país y más de 100.000 puntos de recarga.

Una meta difícil de alcanzar, aunque los números de las nuevas matriculaciones apuntan hacia esa dirección. Las ventas de vehículos eléctricos, híbridos -tanto enchufables como no enchufables- y de gas se están moviendo al alza. En 2020, alcanzaron en conjunto una cuota de mercado del 19,5% en España, diez puntos más que en 2019. En los últimos meses sigue la misma tendencia y, al contrario, la gasolina y el diésel pierden peso en el mercado.