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El valor social de las entidades Financieras y el equilibrio normativo

El valor social de las entidades Financieras y el equilibrio normativo

Francisco Javier del Pueyo Villalón

Director General de Banca Pueyo

Martes, 26 de noviembre 2024, 09:33

Hoy día hay mucho foco puesto en los criterios ASG ( Ambiental, Social y Gobernanza ), punto en el que las entidades financieras estamos muy involucradas, bien por la labor que hacemos o por las imposiciones que recaen sobre el sector. Sin menospreciar la parte de gobernanza me gustaría centrarme en la A y la S por la importante labor social que hacemos, aunque a algunos les cueste reconocerlo y la imponente carga de lo ambiental que recae sobre el sector, que en determinadas ocasiones puede llevar a las entidades a no cumplir el aspecto social en favor de lo ambiental o viceversa, por lo que habría que medir mucho los impactos que la regulación en estos aspectos puede provocar.

Empezando por lo social, desde el sector financiero se está haciendo una gran contribución por la accesibilidad al sector de cualquier persona a través de la omnicanalidad. Son ingentes las inversiones realizadas por el sector en el mundo digital, que corrobora el creciente número de usuarios que se relacionan con nosotros a través de los canales digitales. Ello no implica que olvidemos el mundo rural y la relación física con el cliente, mucho menos en el caso de Banca Pueyo, dónde defendemos la tecnología como opción y no como imposición al cliente, contando para ello con 114 oficinas operativas en la región, 3 de ellas aperturadas este año, de un total de 128, lo cual demuestra nuestra firme apuesta por prestar un servicio basado en la cercanía y trato personal con el cliente. Debo mencionar que desde la Administración Central se insiste constantemente al sector para que haya servicios financieros en el 100 % de los pueblos de más de 500 habitantes y se está avanzando mucho en ello. Pero ello me hace cuestionar si es más importante una oficina o cajero que un centro de salud.

La respuesta es que debe buscarse unos mínimos criterios de sostenibilidad, porque no podemos olvidar que al igual que la administración busca una gestión razonable y eficiente de los recursos disponibles que hace inviables tener todos los servicios en todas las localidades, las entidades financieras, como cualquier empresa privada, deben ser rentables para atraer capital a su accionariado, ya que este es necesario para seguir otorgando financiación que permita el desarrollo de la economía.

No olvidemos que es la propia administración la que en muchos casos nos incita a hacer los trámites, en muchos casos exclusivamente, por canales digitales sin ofrecer alternativa alguna para hacerla por canales físicos, obviando que el que tiene que hacer el trámite no dispone en algunos casos de los medios o conocimientos necesarios para hacerlo. Si bien en Banca Pueyo, defendemos la presencia física porque va intrínseco en nuestro modelo social, deberían buscarse incentivos a establecerse en pequeñas localidades más que imposiciones a hacerlo, para seguir cumpliendo esa importante función social de inclusión financiera.

No debemos obviar que afortunadamente España cuenta con la segunda red de oficinas más densa de Europa. Por ello, deberíamos evitar el señalamiento público que en ocasiones hacen algunos y crear un marco de convivencia que reconozca la importante labor social que hacemos las entidades financieras. Como muestra deberíamos pensar en sólo 24 horas con los bancos “ Apagados ”, sin poder realizar ningún pago, domiciliación, disposición de efectivo, pago de tasas, etc. Debería reflexionarse también acerca de algunas diferencias que producen un agravante al sector en algunas ocasiones. A los bancos tradicionales se nos presiona para tener presencia física en determinadas plazas. ¿ Por qué no a los Neobancos cuando tienen el mismo objeto social ? A los bancos se nos pide poner a disposición de terceros los datos e información obtenida a lo largo de los años ¿Por qué no a las tecnológicas? A los bancos se nos pide cesión de vivienda para determinados sectores de la población o evitar los desahucios,

¿No es algo que debería hacerse desde la administración pública con la gestión de lo recaudado tributariamente ? Son múltiples las labores delegadas por la administración pública en el sector que hacemos como entidades de interés público y que suponen un importante coste sin recibir contraprestación alguna a cambio. Por ello, creo oportuno que desde las administraciones se reconozca el intrínseco carácter social del Sector, siendo este uno de los grandes pilares de los criterios ASG. Contamos con la suerte en el sector, de realizar un trabajo que nos permite que las empresas y personas puedan desarrollar sus proyectos. Banca Pueyo apuesta firmemente por las empresas y particulares como vía para la generación de riqueza y empleo en la región y fruto de ello es el crecimiento experimentado en el balance destinado a financiación en los últimos 5 años, periodo en el que hemos crecido un 35 %, cifra está muy superior a la del sector que experimentó un pequeño decrecimiento. La financiación es sin duda un motor de la generación de empleo, siendo el trabajo uno de los aspectos que más puede ayudar a dignificar a una persona.

Desde el punto de vista ambiental, deberíamos buscar un mayor alineamiento entre lo social y lo sostenible, toda vez que se carga buena parte de la sostenibilidad en el sector financiero dando un gran sesgo positivo de financiación hacia los proyectos sostenibles. Extremadura es diversa en cuanto a su economía, pero no podemos obviar el importante peso del sector agroganadero, el triple que en otras zonas de España, para reflexionar si este, a ojos de los legisladores europeos es sostenible desde un punto de vista normativo. Hay ciertas explotaciones que pueden no serlo normativamente o que llegar a serlo las haga inviables viendo su competencia en otras partes del mundo. Al no serlo, se puede provocar una exclusión financiera por no ser elegible esa financiación desde un punto de vista ambiental pero ¿No será esto provocar a su vez una exclusión social por la influencia que puedan tener estas pequeñas explotaciones en pequeñas localidades del mundo rural?

Concluyo por tanto resaltando nuestra importante contribución como sector a conseguir un mundo más sostenible, pero a su vez incido en la importancia de reflexionar acerca del impacto que determinadas regulaciones que recaen sobre nuestro sector, pueden provocar en la sociedad.

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