La transformación de la construcción por la crisis

El sector de la construcción ha venido marcado por varios factores estos años, primero la pandemia, después la crisis energética y la guerra de Ucrania, lo que ha provocado una gran inestabilidad.

La incertidumbre que todo esto conlleva se ha traducido en un aumento de los costes por una subida constante del precio de los materiales. En consecuencia se están paralizando obras en marcha y se renuncian a contratos de obras adjudicadas. Tanto es cierto que las administraciones se han visto obligadas a revisar los precios de los contratos y a volver a licitar algunas obras para conseguir su ejecución. Pero el problema no es solo que se atienda la revisión y se alcance un acuerdo con la actualización de los precios, en torno al 26 %, para que la obra se pueda finalizar. La cuestión es que se pague en tiempo y forma y esto no está ocurriendo.

Están existiendo más contratiempos para el sector por los impagos. Los incumplimientos de los pagos de préstamos se han incrementado tanto que el 64% de los empresarios españoles reconoce haber tenido uno en los últimos 12 meses, según la encuesta Análisis del comportamiento de pago empresarial, publicada por la empresa Informa D&B. Se trata de una cifra 11 puntos superior a la del año pasado –cuando era del 53%– y 21 puntos superior a la de 2021 –el 43%–. El 56% de las empresas que tuvieron algún impago en 2022 ya habían registrado retrasos de más de 30 días en 2021 y el 74% de estos superaban los 90 días de demora.

La construcción abarca distintos campos de actividad como la edificación, obra civil, infraestructuras, transportes, sistemas de generación energética… todos ellos tienen un gran impacto en la sostenibilidad y eficiencia global.

En nuestro caso, el de la construcción, tenemos un parque inmobiliario nacional envejecido con una media de edad de la vivienda usada de más de 40 años (según indica la Federación de Asociaciones Inmobiliarias). Por ello, la reforma de los edificios es un claro nicho de mercado a considerar en el futuro de este sector, no solo en el componente del material, sino en la eficiencia energética, ya que el consumo de energía para estar confortable en el hogar supone una fuente importante de CO2.

El futuro de la construcción pasará por enfocar el sector hacia el desarrollo sostenible mediante la innovación e investigación en el campo del reciclaje, promoviendo la reutilización y la revalorización de materiales y la generación de nuevos materiales con el objetivo de sentar las bases de un nuevo modelo económico.

El I+D+i (investigación desarrollo e innovación) y el cambio ambiental tienen un papel fundamental en el enfoque que ha de tener la construcción como un elemento más a industrializar entornos más controlados y con menos residuos, en definitiva, más sostenibles y eficientes. En el futuro, aprovechar los residuos y mejorar, generar o hacer más sostenibles los materiales y elementos constructivos será fundamental y prioritario en el sector de la construcción.

Esta evolución que ha experimentado el sector ha sido gracias a la innovación y la sostenibilidad para enfrentar los desafíos del siglo XXI.

La introducción de nuevas tecnologías, como la realidad virtual, la inteligencia artificial y la impresión 3D han revolucionado la forma en que se diseñan, construyen y gestionan los proyectos. Estas herramientas permiten una mayor precisión, eficiencia y reducción de costos, al tiempo que mejoran la seguridad y la calidad de las construcciones.

La conciencia sobre el impacto ambiental de la construcción ha llevado a un enfoque creciente en la sostenibilidad. Los edificios verdes, que utilizan materiales eco amigables, sistemas de energía renovable y estrategias de eficiencia energética, se han convertido en una tendencia en la industria. Además, se promueve la reutilización y el reciclaje de materiales de construcción para reducir la generación de residuos.

La integración de la tecnología en los edificios ha dado lugar a la creación de ‘smart buildings’. Estos edificios utilizan sensores y sistemas automatizados para controlar y optimizar el consumo de energía, la iluminación, la climatización y la seguridad. Además, permiten una gestión más eficiente de los recursos y una mayor comodidad para los ocupantes.

La construcción modular ha ganado popularidad debido a su rapidez, eficiencia y flexibilidad. Este enfoque consiste en fabricar componentes de construcción en fábricas y luego ensamblarlos en el lugar de construcción. Esto reduce los tiempos de construcción, los costos y los residuos generados, al tiempo que permite una mayor personalización y adaptabilidad a las necesidades cambiantes.

El sector de la construcción ha experimentado una transformación significativa en los últimos años, adoptando la innovación y la sostenibilidad como pilares fundamentales.

La tecnología, la construcción sostenible, los edificios inteligentes y la construcción modular son solo algunos ejemplos de cómo la industria se ha adaptado a los desafíos del siglo XXI. Estas tendencias prometen un futuro más eficiente, respetuoso con el medio ambiente y centrado en las necesidades de las personas.

En resumen, el futuro de la construcción es emocionante y lleno de oportunidades. La tecnología, la sostenibilidad, la construcción inteligente y la colaboración serán los pilares fundamentales de esta transformación.

A medida que avanzamos hacia un futuro más innovador y sostenible, la industria de la construcción jugará un papel crucial en la creación de un mundo mejor.

Estoy emocionado por ver cómo se desarrolla el futuro de la construcción y cómo contribuirá a mejorar nuestras vidas y nuestro entorno.