Digitalización y sostenibilidad como claves del futuro

Mucho tiempo antes de que el mundo se viera asolado por una pandemia y Europa volviera a sufrir por enésima vez los horrores de una guerra, en la industria nos preparábamos para una nueva Revolución Industrial (según muchos expertos la 4ª), que tenía visos de ser la más impactante de cuantas hasta ahora habíamos conocido.

Esta revolución, a diferencia de las anteriores se producirá en un marco espacio tiempo totalmente diferente. Por primera vez en la historia se desarrollará mundialmente, y se desplegará en un periodo de tiempo extremadamente corto (es probable que veamos en 10 años cambios tecnológicos que no hemos visto en los últimos 100). La Digitalización y la Sostenibilidad serán los dos ejes fundamentales sobre los que girarán todos los cambios, que incidirán de forma positiva en valores como la Igualdad, y la Diversidad, que no estuvieron presente en las anteriores revoluciones.

Por ello, asistiremos en un breve plazo de tiempo al declive de sectores que han dominado la industria desde la 1ª Revolución Industrial, y veremos aparecer nuevos mercados y productos que hasta hace unos años sólo parecían ciencia ficción, como la conducción eléctrica autónoma o la nueva industria del ocio y la comunicación digital.

En contra de lo que pueda parecer hoy, cuando todas las discusiones en Europa se centran en debatir la inflación y resolver el suministro de gas, sucesos como la pandemia o la guerra (anteriormente mencionados), y algunos más que están por llegar, en lugar de frenar esta revolución, no han hecho más que acelerarla. Y por si alguien aún tiene dudas, miremos como los ciudadanos y las empresas hemos cambiado en apenas dos años nuestro enfoque hacia las energías renovables (sostenibilidad) y el teletrabajo (digitalización).

Las revoluciones, en cualquier ámbito en el que se produzcan, políticas, sociales, culturales o industriales, traen siempre como consecuencia un cambio radical del status quo conocido, permitiendo en muchas ocasiones cambiar el orden establecido.

Por ello, Extremadura y en particular su industria, debe abordar este reto como la llegada de una nueva oportunidad más que como una amenaza. Tras décadas estando en el vagón de cola del progreso y la tecnología de nuestro país y de gran parte de Europa, ahora nos llega la oportunidad de aprovechar el cambio y saltar de una vez por todas al pelotón de cabeza, donde las revoluciones anteriores nunca nos permitieron estar.

Desde mi punto de vista / A mi modo de ver, para afrontar el cambio con garantías de éxito, debemos trabajar con 4 paradigmas fundamentales.

Complejos fuera:

A pesar de que nos hayan repetido una y otra vez la cantinela de que no podemos, no sabemos y no queremos mejorar, sobre todo aquellos que siempre tuvieron más interés en que este cambio no se produjera, hemos demostrado sobradamente que capacidad emprendedora y talento disponemos como mínimo en la misma cantidad y calidad que el resto.

Ejemplos como los de los Leal, Carmona, López Bolaños, Naranjo, Marín, López Morena, Pitarch, Arce o Larrasa, son sólo algunos de los casos de empresarios (y/o familias) de nuestra región que con una enorme capacidad de emprendimiento apostaron por proyectos industriales que hoy son líderes en su sector, no sólo a nivel regional sino en muchos casos ejemplos a seguir en todo el territorio nacional.

De la misma forma, las plantas industriales de multinacionales ubicadas en Extremadura como BA Vidrios, Diam Corchos, Monliz, Resilux o nuestra planta de Deutz Spain en Zafra, lideramos en numerosas ocasiones los ratios de eficiencia y calidad de nuestras multinacionales en el mundo, con un alto porcentaje de directivos y mandos crecidos en nuestra región.

2.- Mirar fuera con ambición:

Una región con apenas 1 Millón de habitantes, y con la enorme dimensión geográfica de Extremadura, debe tener claro que el mercado está mayoritariamente fuera. En un mundo cada vez más global y mejor comunicado, debemos tener la ambición de salir a conquistar mercados y competir de tú a tú con productos innovadores que sean líderes en calidad y ofrezcan soluciones eficientes y sostenibles a los mercados en los que operen. Ayudará aquí indudablemente una mejora sustancial de las redes de transporte, logística y comunicación digital de nuestra región, posiblemente concentrando mayor esfuerzo inversor allá donde se encuentran las mejores oportunidades.

3.- Mirar dentro con determinación:

Debemos aprovechar los recursos naturales que tiene nuestra región y que serán diferenciadores en la etapa que se abrirá después de esta nueva revolución.

La existencia de grandes extensiones de terreno para el uso de energías fotovoltaicas, o la producción de productos agrícolas y ganaderos ecológicos son solo algunos de los potenciales que en la nueva época de sostenibilidad deben jugar a favor de nuestra región. Sin olvidar por supuesto las oportunidades que abre la existencia abundante de los nuevos yacimientos de litio, que serán decisivos en el mundo de la nueva era de movilidad eléctrica.

Todo ello tiene sentido si aprovechamos los recursos para retener la cadena de valor completa y ampliar el valor añadido hasta llegar al cliente final. Si nuestros recursos vuelven a ser explotados y exportados fuera de la región sin ser procesados, habremos perdido la oportunidad, quizás para siempre.

4.- Todos juntos.

El último, pero no por ello menos importante, es que este proyecto es un proyecto de Región, y es fundamental la participación de todos con la misma intensidad. Administraciones públicas (ojalá todas vivieran con la misma pasión y empuje los retos a los que nos enfrentamos como los vive nuestro actual presidente regional Guillermo F. Vara), interlocutores sociales, emprendedores y entidades de docencia e investigación deben unir sus recursos y capacidades para, todos a una, presentar proyectos con clara vocación de futuro y que mejore radicalmente el nivel de vida de nuestra región.

Ningún sector, devuelve a las sociedades en las que se integran tanto valor como la industria: salarios diferenciales, oportunidades de crecimiento profesional, investigación y desarrollo, innovación … son sólo algunos ejemplos de factores que mejoran la calidad de vida de los ciudadanos y permiten una mayor fidelización de las nuevas generaciones con su región.

Vienen tiempos convulsos, que abrirán caminos a nuevas oportunidades, es el momento de la industria extremeña, no lo dejemos pasar… de nuevo.